De niño, la primera vez que vi este coche, fue en una maqueta de juguete, después conseguí una unidad a escala 1:18 que me encantaba ver en la vitrina de mi colección de coches. En cierta ocasión vi uno de pasada en un taller, solo de pasada, y cuando hace unas semanas me dieron la oportunidad de fotografiar uno, comenzó la cuenta atrás para tener la ocasión de realizar un reportaje a uno de los deportivos más icónicos de los últimos 60 años, el Chevrolet Corvette C1 de 1960.
Hace ya 65 años que se presentó este coche en Estados Unidos y la producción del primer modelo y diferentes versiones solo duró unos 9 años. Sufrió variaciones estéticas y mecánicas terminando su comercialización en el año 1962.
Parece ser que el concepto deportivo de este coche, procedía del mercado europeo, siendo los estadounidenses que combatieron en la II Guerra Mundial los que importaron ideas y conceptos de los automóviles de Europa, siendo las preferidas Jaguar y Alfa Romeo.
Harley Earl, uno de los diseñadores de automóviles más prestigiosos de esa época, fue el que convenció a GM de la necesidad de tener un deportivo, naciendo ahí la leyenda del Chevrolet Corvette.
Las últimas características que aparecieron en los modelos de 1960 incluyeron luces traseras moldeadas en los guardabarros traseros y pesados dientes de la parrilla. Las nuevas características incluyen radiadores de aluminio, pero solo con motores de 270 hp y 290 hp. También por primera vez, todos los motores de inyección de combustible requerían transmisiones manuales. Cuando más furor hicieron, fue en el momento que incorporaron las versiones descapotables.
La verdad, que el poder pasar un rato con este Corvette, fue toda una experiencia. Verlo rodar en la carretera, el sonido de sus escapes y su impresionante interior rojo. Esperemos en el futuro poder disfrutar de otra versión.
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