Pocas veces, se tiene acceso a colecciones de vehículos clásicos de alta calidad, y en una de las últimas que tuvimos el placer de conocer, invitados por unos amigos, nos encontramos con esta preciosa BMW R69S. El lugar en cuestión donde nos encontramos esta motocicleta, es en el Museo Cartago, donde Antonio y Enrique nos invitaron gustosamente a conocer una de las colecciones más llamativas de las que hemos conocido hasta hoy.
Esta unidad en concreto, matriculada en el Estado de California en 1967, se compró en el 2018 a un especialista de motos antiguas de Polonia, es un modelo derivado de la R69, que ofrecía una potencia de 35CV y 600cc. Sin embargo, esta versión “S” era una moto destinada a otro tipo de público diferente a la que BMW tenía acostumbrados. Se trataba de una rompedora versión deportiva, que hacía aumentar su potencia hasta los 42 CV a 7.000 RPM y una velocidad máxima de 175 kmts/h. Todo ello manteniendo sus virtudes de confort de marcha y calidad constructiva que le caracterizaba a la marca.
Recordemos que la división de motos de BMW se caracterizaba en relación a su competencia por su alta fiabilidad, una calidad de construcción muy alta y una gran ergonomía, pero también por un coste de adquisición más elevado que sus rivales.
La restauración mecánica de esta motocicleta fue llevada a cabo durante casi 2 años de duro trabajo por parte del señor José María, un mecánico natural de Molina de Segura especializado en restauraciones de motos clásicas. Con más de 40 años de experiencia en vehículos de 2 ruedas inimaginables, era la persona ideal para restaurarla.
La parte de la pintura fue obra por la firma Urko Classic. Empresa familiar de artesanos restauradores, ubicada en la pedanía murciana de Corvera, considerados como los mejores profesionales en reparación de vehículos clásicos. Esta empresa utiliza las técnicas de antaño con el que consiguen cuidar cada detalle, dar vida y hacer arte de donde antes sólo había chatarra.
Como de una obra de artesanía se tratara, la restauración de la BMW R69S se necesitó de más 2 años y mucho sacrificio para recoger los frutos de tanto trabajo.
Ya en pleno año 2021, ultimando los detalles, se instalaron un juego de cófanos laterales pintados nuevamente por Urko Classic, dándole un aire de moto más utilitaria pero sin esconder la esencia de moto deportiva y la exclusividad que le caracteriza a semejante icono de una época que encandiló la década de los sesenta.
Podéis disfrutar de la galería completa aquí.